lunes, 5 de noviembre de 2012



El liderazgo político de Micaela Bastidas Puyucahua
Alfredo SUMI ARAPA
EAP de Ciencia Política  y Gobernabilidad UNAMBA
Email: avelinos24@hotmail.com

__________________________Resumen _______________________________
Este trabajo se llevó a cabo con el fin de subsanar un vacío en el conocimiento sobre el verdadero accionar de la heroína Micaela Bastidas Puyucahua. Se trata de conocer la rebelión de 1780, la tarea político-militar que cumplió Micaela Bastidas en ese proceso y la estrategia para liberar el Cusco.
En ese sentido en este trabajo se describe el lugar de nacimiento, la ejemplar familia que hizo y la rebelión de 1780; se presenta a Micaela como una genial conductora político-militar, porque en el proceso de ofensiva al Cusco traza una estrategia de ataque inminente, en el proceso de resistencia contra los realistas del Cusco. Micaela audazmente traza las directivas que son ejecutadas inmediatamente por sus lugartenientes y combatientes.
Durante el juicio que se le hace a la rebelde, se hace responsable de los principales actos que ella ejecutó pero nunca traicionó a sus colaboradores. Con firmeza y valentía resistió hasta el último día de su vida en que dramáticamente es ejecutada en la plaza Huaccaypata del Cusco.

_______________________ Palabras claves ____________________________
Micaela Bastidas – Liderazgo – estrategia política – rebelión 1780 


_________________________Introducción_____________________________
En los sucesos políticos y bélicos la participación de las mujeres es poco reconocido porque hay el prejuicio de que ellas no pueden actuar de la misma forma como lo hace un varón. En ese sentido, la historia que se sabe sobre Micaela Bastidas es que fue una colaboradora de Túpac Amaru. Las historias, crónicas, relatos sobre la rebelión de 1780 no señalan cuál fue la real labor de Micaela Bastidas. Igualmente los biógrafos, exegetas de Micaela Bastidas, en el mejor de los casos han señalado que es la heroína más grande de América; sin embargo, no explican por qué.
Este trabajo de investigación más bien presenta una descripción distinta a lo que usualmente presentan los historiadores sobre Micaela Bastidas. Se ausculta el proceso político y militar de la rebelión de 1780 entre los meses de Noviembre de 1780 a mayo de 1781. Ese estudio arroja como resultado que Micaela Bastidas fue una dirigente política y conductora militar.
Antes de presentar el proceso político-militar de 1780, se afirma el lugar de nacimiento de la heroína en Abancay, pero existe una fuerte discusión sobre este tema porque no existen muchos indicios documentales, pero tampoco hay indicios de lo contrario a esta afirmación. Luego se presenta la familia que formó junto a José Gabriel Inca, los hijos que tuvieron, la formación que tuvieron sus vástagos, los lugares en donde vivieron.
El tema central de este estudio radica en la descripción del proceso político-militar en sí. En el inicio de la rebelión en Tinta-Cusco José Gabriel y Micaela hasta la batalla de Sangarará participaron en forma conjunta; luego, a fines de noviembre y las tres primeras semanas de diciembre José Gabriel se ausenta de Tinta para viajar hacia Yauri-Espinar para después internarse a coordinar con otros dirigentes en el altiplano peruano. En ese lapso de tiempo Micaela, en forma absoluta asumió la conducción del proceso político-militar de la rebelión de 1780.
Los primeros días de enero de 1781, José Gabriel y Micaela se proponen la ofensiva hacia el Cusco, pero todo sería en vano, porque José Gabriel no manda abrir fuego sobre la guarnición realista, de lo contrario Mateo Pumacahua cerca al ejercito patrio, y el 10 de enero en una audaz acción inician una retirada hacia Tinta, para armar la resistencia durante más de tres meses, es decir, hasta el 6 de abril, día en que son apresados en Langui-Sicuani.
A partir del 7 de abril, hasta el 18 de mayo, la pareja rebelde sufrió la mayor de las torturas que seres humanos pueden pasar. En ese proceso nunca traicionaron a sus colaboradores, resistieron hasta la muerte, que ocurrió con un sacrificio el 18 de mayo de 1780.
El proceso político-militar no terminó el 18 de mayo, sino más bien continuó en otro espacio geográfico, en el altiplano peruano y boliviano. Dirigentes y estrategas como Diego Cristóbal Túpac Amaru, Andrés Túpac Amaru, Mariano Túpac Amaru Bastidas (hijo), Miguel Bastidas (hermano). Todos ellos procedentes del Cusco se dirigieron hacia el altiplano para poder reforzar y continuar la gesta libertaria que había iniciado Micaela Bastidas y José Gabriel Inca en el Cusco. En ambos lados del altiplano estuvieron Pedro Vilcapaza (Azángaro), Túpac Catari y Bartolina Sisa (La Paz-Bolivia) y muchos otros dirigentes como Dámaso Catari, Nicolás Catari, Tomas Catari (Chayanta-Bolivia).

Antecedentes
Sobre Micaela Bastidas se ha publicado muy poco en nuestro medio, es decir, en nuestra región de Apurímac. El más logrado trabajo es de Rubén Chauca Arriarán “Micaela Bastidas”. Otros trabajos dedican a Micaela Bastidas un capítulo de su estudio, pero a manera descriptiva. También existen trabajos literarios en el sentido de biografías noveladas, tal el caso de Alfonsina Barrionuevo: “Habla Micaela Bastidas”; obras poéticas como la de Magda Portal, Alejandro Romualdo; obras teatrales como las del grupo Maguey. Todos estos trabajos no contienen el rigor objetivo necesario de análisis e interpretación de la vida de Micaela.
La biografía que relata Chauca Arriarán describe el contexto político de la época, la trascendencia de Micaela Bastidas frente a otras mujeres del mundo; el matrimonio y suplicio junto a Túpac Amaru. Este libro ha de servirnos como base para ubicarnos biográficamente en torno a la heroína.
Sin embargo, no existen investigaciones dedicadas al estudio de la actuación político-militar de Micaela Bastidas. En cambio, existe buena cantidad de estudios referidos al desenvolvimiento político-militar de Tupac Amaru, el cual nos servirá para desglosar las acciones que realizó José Gabriel junto a Micaela.




Concepción Política
La Política
Como animales políticos, nosotros los humanos, somos seres transformadores, creadores, imitadores e interesados. Como tal siempre acataremos algunas ordenanzas y a veces desacataremos tales ordenanzas y más bien nos rebelaremos.
No solo repetimos los gestos de los demás y obedecemos las normas de nuestro grupo sino que llegado el caso desobedecemos, nos rebelamos, violamos las rutinas y las normas establecidas. Por eso, nuestra forma de vivir en sociedad no solo es obedecer y repetir sino inventar y rebelarse.
En todas las sociedades humanas se dan razones para la obediencia y razones para la rebeldía. Y la política no es otra cosa que el conjunto de las razones para obedecer y el conjunto de razones para rebelarse.[1]
En este mismo sentido se dice que, como existen razones para obedecer y rebelarse, la política es la existencia de dirigentes y dirigidos, gobernantes y gobernados[2]. Los dirigidos o los gobernados son los que obedecen y rebelan, y los dirigentes o los gobernantes son los que conducen y mandan, emiten las normas y los planes para ser acatados por los dirigidos.

El Poder
Los jefes y las personas revestidas de mando han disfrutado siempre de un halo especial de respeto y veneración como si no fueran seres humanos como los demás. Este respeto se refiere precisamente al poder que tienen los gobernantes o dirigentes.
El poder es la posibilidad de decidir e imponer frente a otros quienes deben cumplir la orden emanada de quienes mandan con la finalidad de conseguir algún interés o beneficio para quien decide o para todos.
El poder es el control del medio, es decir, tener a disposición todos los instrumentos necesarios para acometer eficazmente una determinada acción.
Luís Guillermo Lumbreras sostiene que el poder “Define… la forma que asumen las relaciones entre personas en la determinación y ejercicio de sus derechos de propiedad o posesión, o, lo que es lo mismo, de los derechos individuales o colectivos a la disponibilidad, uso y disfrute de los bienes que son producto de la actividad sociales[3]. Es decir, la concepción del poder tiene que ver con áreas como la política y la economía

Liderazgo o  Personalidad
El sociólogo Juan Reinoso Díaz ha realizado una dura crítica al papel del líder en los procesos históricos como fuerza determinante de progreso y, el papel pasivo de las masas en la historia. El surgimiento de un líder al margen de las mayorías organizadas es un signo de que esa sociedad está en franca decadencia y, muestra la ilusión de las mayorías de que un líder carismático sea el salvador de dicha sociedad.
“El líder carismático es la demostración más nítida, tanto de las estructuras individualizadas subjetivistas de la sociedad, como de los malogrados contenidos objetivistas de las masas. Es por tanto, la expresión real y concreta de un específico y único individualismo enajenado y la manifestación de un colectivo amorfo, que padece de un perturbado objetivismo…esconde su verdadera esencia clasista desenvolviendo una conducta de mando de orden personalista de tipo autoritario y extremadamente inflexible, que le permite forjar la ficción de estar por encima de los intereses clasistas”[4]
Alguna tendencia ideológica es la que pone en relieve el papel directriz del líder carismático en los procesos históricos haciendo entender a las mayorías democráticas de que se puede salir adelante en una crisis social en forma individual apelando a ser líder
Las masas hacen la historia, sostiene el materialismo filosófico. Sin embargo, el reconocimiento de que las masas son el elemento fundamental en los procesos históricos no significa desconocer el papel descollante de las personalidades o líderes políticos. Más aun, cuanto más activamente participen las masas en los procesos, estas mayorías democráticas requieren una dirección política sistemática, necesitan una jefatura que los conduzca hacia el avance histórico.
Sin una visión estratégica, las mayorías democráticas se demoran en reconocer el camino que han de marchar. Mientras tanto, “Grandes personalidades históricas son aquellas que comprenden antes, con más lucidez y más profundidad, una situación histórica y las necesidades del desarrollo social y, a su vez, las que se ponen al frente del movimiento de las masas”[5]. Los líderes son la vanguardia de los movimientos sociales y como tales encabezan a sus seguidores.
El líder es aquel que por la fuerza de sus ideas, talento, carácter, voluntad está en la posibilidad de inspirar, influir, incitar y dirigir a las mayorías hacia el logro de sus objetivos históricos. De esa posibilidad política los líderes es que son merecedores de respeto, confianza y cooperación.

Concepción Militar
La Guerra
Los estrategas o filósofos de la guerra consideran la guerra como continuación de la política por otros medios. “La guerra no es simplemente un acto político sino un verdadero instrumento político, una continuación de las relaciones políticas, una gestión de las mismas con otros medios”; así lo establece Clausewitz.
De manera que el estallido de una rebelión surge cuando las negociaciones políticas fracasan, cuando políticamente los adversarios no se entienden, de manera tal que se inicia un periodo de beligerancia.
Entonces ¿qué es la guerra? El escritor militar y estratega Carl Von Clausewitz considera que “la guerra no es otra cosa que un combate singular amplificado. Dos luchadores: cada uno pretende, por medio de la fuerza física, someter al otro al cumplimiento de su voluntad; su fin inmediato es derribarlo e incapacitarlo `para ulterior resistencia” [6].
Entonces la guerra es pues un acto de fuerza para obligar al contrario al cumplimiento de nuestra voluntad. La energía física es el medio; someter al enemigo a nuestra voluntad es el fin político.
Para conseguir este fin se tiene que dejar indefenso al enemigo, y este es el fin propio de la acción guerrera. Este fin representa al fin político y lo sustituye en cierto modo como algo no perteneciente a la guerra misma.

Medios y Fines
Siguiendo a Clausewitz, se puede sostener que en toda guerra están presentes las batallas aisladas y la campaña en general. “De aquí se deduce la existencia de dos acciones completamente distintas: la disposición y la conducción de estos combates y combinarlos entre sí para el fin de la guerra. La primera constituye la táctica, a la segunda la llamamos estrategia”.
La victoria táctica es sólo un medio que emplea la estrategia para conseguir el fin político de la guerra.
La táctica por su naturaleza buscará siempre la victoria, mientras que la estrategia sólo la perseguirá en ocasiones y lugares donde contribuya a lograr el fin político de la guerra. Una estrategia de victoria puede que pierda todos los combates a nivel táctico, pero a veces solo basta un triunfo táctico para alzarse con la victoria estratégica.

Nivel
Medio
Fin
TÁCTICO
Combate
Victoria
ESTRATÉGICO
Resultado de los combates
Fin político de la guerra
El Genio Militar

La común apreciación de la personalidad de un militar es que debe ser fuerte, rudo, decidido, etc. Sin embargo, esta interpretación es unilateral, porque en el campo de batalla, o en la dirección de la guerra no sólo se requiere fortaleza física, sino otros factores intelectuales.
El militar eficaz que se encuentra en actividad posee dos cualidades inherentes a su oficio: entendimiento y decisión, es decir, inteligencia y, luego resolución. “Cada actividad especial necesita, si se ha de desarrollar con cierta virtuosidad, especial disposición de la inteligencia y del ánimo. Donde se manifiesta excepcional en alto grado y por extraordinarias producciones, el espíritu a que pertenece se distingue con el nombre de genio”[7]

________________________Materiales y Métodos_______________________
Se trabajó con las variables, la Rebelión de 1780,  Micaela Bastidas, la líderesa política y la ofensiva militar al Cusco
El tipo de  investigación fue explicativo.
Las técnicas de recolección de datos que se usaron para esta investigación fueron la revisión documental, la entrevista a especialistas, el análisis de contenidos de los materiales hallados, la visita a los lugares mencionados en la crónica de la rebelión de 1780.

____________________ Resultados y Discusión__________________________
1. Rebelión de 1780: Micaela Bastidas y Túpac Amaru

El acontecimiento que acaeció entre noviembre de 1780 y 1783 fue el apogeo de un ciclo de rebeliones indígenas que ocurrió a lo largo del siglo XVIII en el Virreynato del Perú. Fue llevado a cabo por un conjunto de dirigentes de la elite andina de ese entonces: José Gabriel y Micaela Bastidas en Cusco; proseguido por su sobrino Andrés Túpac Amaru (sobrino) y Gregoria Apaza, Pedro Vilcapaza y Manuela Copacondori, Diego Cristóbal Túpac Amaru (Primo) y Manuela Tito Condori en el altiplano peruano; Julián Apaza Túpac Catari y Bartolina Sisa en el altiplano boliviano y, por  Tomas Catari y Kurusa Llave en Chayanta Bolivia.
La preparación de este acontecimiento histórico se produjo cerca de 10 años, es decir, a inicios de la década de 1770. Cuando la elite dirigencial andina comenzó a desarrollar viajes comerciales a lo largo del virreynato del Perú y el virreynato de Buenos Aires. Primero se llevó cabo reivindicaciones de carácter social acerca de las injusticias que realizaban los corregidores a la población campesina; luego, la elite comercial andina comenzó a pedir el reconocimiento de determinados derechos nobiliarios incaicos que correspondía a estos dirigentes (cacicazgos, incas, etc.); y, finalmente, esta posibilidad reorientó el papel histórico de los Túpac Amaru para con las injusticias a la población andina.
En junio de 1780, la elite andina se reunió secretamente en Tungasuka con el objetivo de ultimar los preparativos militares para comenzar la guerra separatista de España. Como se sabe Tungasuka fue un centro comercial en el siglo XVIII: era el epicentro de la conjunción de mercaderías en todo el territorio del Virreynato: venían mercaderes desde Tucumán, Lima, Arequipa, La Paz, Puno, Abancay, Huamanga, etc. Como capital comercial de entonces, este pueblo albergó a diversos viajeros de distintos lugares del virreyanto del Perú, como el del Río de la Plata; es por eso, que los dirigentes llegaron a reunirse en este lugar y establecer los planes políticos y militares de rebelión.
Según el historiador Alberto Flores Galindo, el programa político de José Gabriel y Micaela Bastidas consistió en: “la restitución del imperio incaico, es decir, el retorno a la época de los incas, la expulsión de los españoles o colonizadores, la supresión de los medios de explotación de la masa campesina indígena”[8].
Las causas sociales del levantamiento de 1780 fueron los repartos, la explotación a través de la mita y los tributos en las minas, las haciendas y los obrajes.

Por otro lado, a lo largo de tres siglos en el Virreynato del Perú emergió una clase social comercial andina, que con esfuerzo había acumulado riquezas que les posibilitó constituirse en una elite en el sur andino. Esta clase emergente, llamada por Luis Guillermo Lumbreras la única burguesía nativa, entró en contradicción con los intereses de la política económica de la corona española. Y es la que vio el sufrimiento de los indígenas en las minas, las haciendas y los obrajes.
Existió, entonces, por lo menos, un doble motivo para levantar una revolución: la explotación de los “indios” y la constitución de una nueva política económico-social en el Perú del siglo XVIII.

2. Micaela, Líder política

Lugar de nacimiento
Existe un gran desacuerdo entre los biógrafos de Micaela sobre el lugar de su nacimiento, por la falta de la partida de nacimiento, en cuya búsqueda se encuentran los estudiosos. Podemos citar al más documentado historiador de la rebelión de Tupac Amaru Boleslao Lewin y, al biógrafo exclusivo Rubén Chauca Arriarán, quienes sostienen que Micaela Bastidas nació en Tamburco, Abancay.
El avance de nuestras investigaciones, nos permiten apoyar esta hipótesis; mencionaré algunos datos: las visitas que hicimos a Pampamarca, Tungasuca y Surimana (provincia de Canas-Cusco) en donde actualmente no existe ningún apellido Bastidas ni Puyucahua; la visita a Qorwani, aquí en Tamburco, en donde se pudo constatar muchos apellidos Bastidas, aunque no el apellido Puyucahua. Incluso, hoy, existe la Señora Santosa Bautista Bastidas, quien sostiene ser pariente de Micaela Bastidas. Y, finalmente, la crónica de don Melchor de Paz escrita cinco años después del levantamiento (1786), quien da cuenta de una  relación de reos aprisionados el 6 de abril de 1781, en la que se lee: “Micaela Bastidas natural de Abancay y mujer del rebelde, de 36 años”.


La familia que hizo
Micaela contrajo nupcias al bordear los 16 años, con José Gabriel; según consta en la partida de matrimonio celebrado en Surimana el 25 de mayo de 1760.
Tuvieron tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando. Al respecto, la historiadora Sara Beatriz Guardia sostiene “conformaron una pareja unida y preocupada por la educación de sus hijos a quienes supieron transmitir el anhelo por la libertad y la justicia social. No es casual que contrataran maestros para su instrucción, pues así evitaban que estudien en el Colegio de Caciques del Cusco, orientado a preparar jóvenes sumisos a la Corona de España”. Esta muestra de lealtad de la familia se aprecia en las cartas que ambos se envían, en las cuales el trato es de absoluto afecto: tu chepe y, tu mica respectivamente.
El nacimiento de los tres hijos sucede así: Hipólito nace en 1761 en Surimana. Al año siguiente, el 17 de noviembre de 1762 nace en Tungasuca el segundo hijo, Mariano. Después de ocho de años de matrimonio, en 1768, el 31 de mayo nace el último hijo, Fernando, también en Tungasuca. Todos los hijos de la familia Condorcanqui-Bastidas participan en la rebelión, sobre todo los dos hijos mayores; incluso, Hipólito fue capitán del ejército rebelde.


Surimana, donde residía la familia se encuentra cerca de las orillas del río Apurímac. La casa en la que vivieron aún está en pie, pero abandonada. Sólo tiene una placa recordatoria de la Comisión Nacional del Bicentenario de la Rebelión de 1780 que dice: “Aquí vivió Tupac Amaru”. Las puertas de la casa están abiertas de par en par. Quien ingresa al patio y a las habitaciones sale lleno de inspiración libertaria

Noviembre de 1780
Durante los primeros quince días de noviembre de 1780, José Gabriel conforma una junta revolucionaria de cinco personas, las más leales, entre las cuales estaba Micaela Bastidas. Los miembros de esta junta secreta fueron: José Gabriel, Micaela Bastidas, Diego Cristóbal Tupac Amaru, Felipe Miguel Bermúdez, etc. El último de los integrantes del grupo, aun nos falta identificar.
En la ejecución del corregidor Antonio Arriaga, Micaela Bastidas “tuvo la mayor inteligencia, en medio de la flaqueza de su sexo esforzaba las diligencias… cargando en su misma mantilla las balas necesarias para la guardia”[9]. (Melchor de Paz). Así mismo, ella participó en el juicio sumario que se hizo al mencionado recaudador de los españoles.

3. Ofensiva militar al Cusco

Después del triunfo de la batalla de Sangarará, José Gabriel viajó hacia el altiplano para organizar la adhesión y levantamiento de esos pueblos. Sin embargo, muchos estudiosos del arte de la política sostienen que José Gabriel Túpac Amaru Inca debió atacar inmediatamente el Cusco.
El propio jefe rebelde el 20 de noviembre emite un edicto a Cusco en donde hace saber que está dispuesto a acabar con el mal gobierno de este reyno, y que los criollos y europeos acepten esta decisión: he determinado sacudir este insoportable peso, y contener el mal gobierno que experimentamos de los jefes que componen estos cuerpos…José Gabriel da entender que si no acepten esta determinación los residentes criollos del Cusco se atendrán a las consecuencias, porque tiene bajo su mando a más de 70,000 indios y el apoyo de otras provincias para convertir en cenizas a la ciudad sagrada. Aunque no dice que atacará frontal y militarmente.

                    

Con este ultimátum José Gabriel se marcha a organizar a las provincias altas del Cusco y posteriormente al altiplano. Sin embargo, la gobernadora Micaela pensaba más bien atacar inmediatamente el Cusco, como lo muestra en una carta reflexiva a José Gabriel Inca el 23 de noviembre en donde hace entender que las tropas se sienten cansadas y que mas bien debiera efectivizarse con urgencia la avanzada: Hijo chepe: es preciso que pongas pronto remedio al afecto que ha hecho la declaratoria adjunta, pues los indios  dicen que se van desvaneciendo, y así ve lo que se ha de aser. Más adelante veremos con más detalle estas reflexiones sobre la ofensiva a la capital imperial.
Entre tanto al frente del ejército patriota en la provincia de Tinta quedó Micaela Bastidas en condiciones muy complejas, ya que el incendio de la iglesia de Sangarará motivó el rompimiento de la endeble alianza con algunos peninsulares, criollos y el clero. Siendo más explícitos, la señora gobernadora es la que mantiene el cerco al Cusco, es decir, estar al mando de miles de combatientes dispuestos a morir por la libertad de su pueblo significa que Micaela mantuvo cercada durante mas de un mes a la ciudad sagrada desde el cuartel general de la Rebelión: Tungasuca.
Es en esta ausencia de su esposo donde Micaela Bastidas demostró sus dotes de estratega y conductora política. Ella misma lo sostiene que ocupaba el mando de la rebelión y, daba órdenes pertinentes: “La señora doña Micaela Bastidas, mujer legítima del señor gobernador Don José Gabriel de Tupa Amaro, asiendo, sus veces, mando que se Publique a voz de pregón, para que toda la gente, así españoles como Indios, obedezcan y tengan por coronel a don José Mamani y por Capitán a don Simón Aymi Tupa…”. Este bando insta que los citados dones en el documento tienen todas las atribuciones de coronel, caso de no obedecer se atendrán a las severas consecuencias que la gobernadora Micaela aplicará.
Por otro lado, los subalternos de la rebelión, los líderes de menor jerarquía revolucionaria, también la reconocían como una gran líder política. Los tratos de reconocimiento de gran autoridad se muestra en una de las cartas del 13 de diciembre de 1780 que le cursa un tal Melchor Castelo: “Mi señora gobernadora doña Micaela Bastidas. Muy señora mía: Por la que recibo de usted de once del corriente, contestándole debo decirle…he puesto la mas viva eficacia, a fin de cumplir con sus preceptos…”. Este tipo de reconocimiento jerárquico es continuo en las cartas que le envían, ya sea comunicándole el acatamiento de sus órdenes, informándole sobre actividades de espionaje al enemigo, envío de avituallamiento, etc. Le dicen: doña, señora, señora mía, gobernadora, señora gobernadora, “Dios nuestro señor guarde su apreciable vida para alivio y descanso de sus compatriotas”.
Durante el cerco al Cusco, Doña Micaela informa noticias secretas a su esposo, comunicándole sobre posibles actos de traición o sorpresa del enemigo, estas noticias son el producto del espionaje que ella manda realizar. Dice el informe a José Gabriel: “Que ciertamente viene soldados de Lampa y Arequipa en número muy considerable y nos quieren pillar descuidados con los del Cuzco, y que nuestro cura se ha ido fugitivo para allá”. Más proficua y, muy preocupada informa: “y tengo noticia de que tiene contactado dicho Bejarano y el cura de Yanahoca de entregarme a nuestros enemigos con mi hijo y con bastante empeño. Estas y otras noticias, que a cada paso llegan a mi noticia, me confunde y me quitan la vida y solo me consuelo con pedir a este piadoso señor, quien remediara todas estas maquinas que están formando” (cartas del 23 y 26 de noviembre, respectivamente).
Precisamente, el 26 de noviembre de 1780, Micaela Bastidas recibe noticias de que Tupac Amaru fue herido y luego apresado en Livitaca; ella, sin pensar dos veces, decide marchar a liberar a su esposo al mando de 5000 combatientes, ya en el lugar de los hechos se sabe que la noticia era falsa. Micaela de inmediato retorna a su cuartel general.
Prosigue otorgando diversas órdenes, enviando bastimentos. Pase que otorga doña Micaela a unos de sus lugartenientes: Todos los soldados e indios espías dejaran pasar libremente las cargas de don Agustín Herrera, sin hacerles perjuicio  con la circunstancia  que pueda transitar  por los pueblos  que le pareciesen convenientes  al expendio de sus afectos, sin que ninguno que este viere  la perjudique  en lo menor, pies será castigado cualquiera que contravenga este dicho orden. Tungasuca y noviembre 27 de 1780. Doña Micaela Bastidas.

7 DE DICIEMBRE de 1780. MICAELA ASUME OFICIALMENTE EL MANDO DE LA REBELION
Micaela prepara con gran acuciosidad el ataque a Cusco. Insta y ordena a los gobernadores Agustín y Lucas Nuñez de la Torre y Matías Canal: “También doy a vuestras mercedes noticias que en breve pasará mi marido a la ciudad del Cusco, con la correspondiente guarnición; por lo que es necesario que la gente de vuestras mercedes esté alerta, para bajar luego que corra esta noticia; y si a esto no se avienen vuestras mercedes, prometo acabarlos de plano, como lo he ejecutado con los demás. Tungasuca diciembre 7 de 1780”.
La estrategia de Micaela Bastidas era atacar muy pronto el Cusco y ocuparla definitivamente para la causa indígena, lo cual José Gabriel veía con bastante paciencia y tranquilidad. Una carta aprensiva lo demuestra: “Bastantes advertencias te di para que inmediatamente fueses al Cusco, pero has dado todo a la barata, dándoles tiempo para que se prevengan, como lo han hecho, poniendo cañones en el cerro de Picchu y otras tramoyas tan peligrosas, que no eres sujeto de darles avance. (06-12-1781)”. Si José Gabriel hubiese acogido esta sugerencia en su debido tiempo, a fines de noviembre, tal vez hubiese cambiado los resultados de la rebelión de 1780.

La primera quincena de diciembre de 1780 Micaela Bastidas inicia el avance hacia el Cusco en ausencia de José Gabriel. El 7 de diciembre le comunica a José Gabriel: “Hijo Chepe: hállome prevenida para marchar el lunes once del corriente para Paruro, a cuyo efecto estoy convocando a los indios de todos los pueblos la mira que llevo es hacer más gente para estar rodeando poco a poco al Cusco que se halla con bastante fortaleza.
En este escenario Micaela ordena el apoyo a ciertas acciones, recibe informes, sugiere el traslado por seguridad de determinadas personalidades, etc.
Las órdenes de Micaela Bastidas son cumplidas de manera operativa. La gobernadora insta apoyar a Diego Cristóbal Tupac Amaru, los cuales son cumplidas a cabalidad, al mismo tiempo que recibe informes de tal situación, una carta de Melchor Castelo del 14 de diciembre lo certifica: Mi señora doña Micaela  Bastidas. Muy señora mía: va doña María, mujer de don Francisco Cisneros, conforme vuestra merced manda en su carta que se le a dado todo auxilio a don Diego.
Los informes que recibe Micaela son preocupantes sobre la simpatía al movimiento liberador. Mi señora gobernadora doña Micaela Bastidas: doy noticia a vuestra merced como me hallo solo sin ninguna persona a nuestro favor, que yo se que nos espera con bastantes soldados  en Pilpinto y aquí tenemos muy pocos  y todos en contra y hallarnos con ninguna prevención de varios de comer y no hay quienes de esta providencia. Y en que Acomayo dan los caciques y los alcaldes  bastantemente de comer y todos van a favor del partido de la otra banda. Y así mi señora vea sobre este asunto el mejor que le prefiere (sinc) que yo e puesto bastantemente todo eficaz a que ninguna  persona falte a la llamada de soldadesca. Pomacanche y diciembre 15 de 1780. Tomas Guaca.

Recién a inicios de la cuarta semana de diciembre, José Gabriel, arriba a Tungasuca, mientras tanto Micaela ya se encontraba en Pomacanchi. Aún así, el jefe revolucionario no actúa con rapidez. Solamente a fines de diciembre se da el encuentro de la pareja rebelde en Sangarará, también se reúne la junta revolucionaria para marchar definitivamente hacia el Cusco.
Entrada de Micaela Bastidas y José Gabriel a la ciudad de Abancay, dramatizada por los estudiantes de Ing. Agroindustrial, 2008.
Micaela participa en la elaboración del plan de ataque del Cusco. Se diseñan tres frentes de Ataque: hacia el norte se dirige Diego Cristóbal Túpac Amaru, patrocinada por la Bastidas para ocupar Lauramarca y Paucartambo; como grupo de Vanguardia estuvo a la cabeza Andrés Castelo ocupando el río Huatanay; y, el tercer frente constituido por el grueso del ejército libertador dirigido por José Gabriel Inca y Micaela Bastidas se desplazan por Quispicanchi y Paruro con dirección al Cusco.
A fines de diciembre y primeros días de enero de 1781, las acciones realizadas por Diego Cristóbal Túpac Amaru, al norte del Cusco constantemente son derrotadas por las tropas realistas que fueron dirigidas entre otros por Mateo Pumacahua: batalla de Urubamba, Guayllabamba, Yucay, etc. Sin embargo, Diego Cristóbal es vehemente y continúa en la brega, combinando la ofensiva y la defensiva. En momentos se retira hacia Paucartambo sitiándolo, esto también ocurre a lo largo del mes de enero.
De igual manera, el segundo frente del ejército libertador, dirigido por Andrés Castelo sufre una demoledora derrota en la batalla de Saylla. La única salida para el frente de vanguardia es unirse al frente principal de la rebelión dirigida por Túpac Amaru y Micaela Bastidas.[10]
Del 4 de enero al 9 de enero el Ejército de la Libertad realiza el cerco al Cusco. Aun en este periodo de tiempo Túpac Amaru II, hace entender que tomará el Cusco de manera pacífica, porque sostiene que no quiere dejar a la ciudad en sangre ni cenizas. Y, Micaela Bastidas, todavía insinúa tomar la ciudad sagrada de manera violenta.
Más bien como muestra de poderío militar, el jefe de la rebelión decide realizar una parada militar en las alturas del cerro Occoruro cerca de la ciudad. Luego, envía emisarios comunicando a José Antonio Areche y al Mariscal José del Valle la rendición pacífica de la posición de la capital imperial.
Al no recibir ninguna respuesta positiva, conociendo el avance de los refuerzos de soldados y armas llegados de Lima del ejército realista, y al verse rodeados por una columna del ejército español dirigidos por Mateo Pumacahua, el 10 de enero, José Gabriel y Micaela Bastidas, logran romper esta embestida y emprenden la retirada ante el inminente ataque en Paruro. Se organiza la resistencia de la rebelión. Micaela reúne más adherentes y armas.
A partir del 15 de enero José Gabriel y Micaela constituyen en Tinta bastión de la resistencia: construyen reductos, parapetos, trincheras y cercos de espinas; incluso levantan fortificaciones en Combapata.
Las órdenes que imparte Micaela en plena resistencia de la rebelión son contundentes. La severidad con que manda es acatada de inmediato. Desde Tinta envía a una carta: Señor Francisco Molina. Mi estimado: al punto que vuestra merced  reciba esta póngase en camino  a este pueblo, por que cuando menos le importa para salvar la vida. Tinta y enero 22, 1781, Doña Micaela Bastidas.
Igualmente las órdenes de aprehensión a determinadas autoridades son constantes y cumplidas. Dése comisión  a los alcaldes y caciques  del pueblo de Yanaoca  para  que traigan preso a mi presencia al alcalde de la parcialidad de machacoyo, a dar razón de cierta demanda que se le ha puesto, lo que ejecutarán precisa y puntualmente. Tinta y enero 28 de 1781. Doña Micaela Bastidas. Las aprehensiones se realizan porque dichas personas no cumplen cabalmente sus funciones. Estas acciones son cumplidas disciplinadamente, otra misiva de respuesta a la anterior lo testifica: En virtud de la comisión aquí conferida por mi señora doña Micaela Bastidas y a este  tiempo está presente el alcalde de machacoyo, le mandó pase ante dicha señora a dar sus descargos por que me dice pasó a la otra banda a contener aquella gente y para que coste por diligencia lo senté. Yanaoca y enero 29 de 1781. Ramón Moscoso.
Micaela Bastidas también ordena que en Sicuani los sacramentos sean administrados por Antonio de Chavez y Mendoza, esta orden la da el día 6 de febrero de 1781. La misma orden es contestada positiva por el comisionado.
El doctor don Antonio de Chávez y Mendosa, en virtud de esta se hará  cargo de la administración de sacramentos  del pueblo de Sicuani  y de los bienes  que pertenecen al culto de aquella iglesia, dándole cuenta de haberlo así lo ha ejecutado respecto a que el doctor don Pedro de Landa, se halla empleado del orden del inca en el mismo  ministerio en la doctrina de Pampamarca por falta de sacerdote y que en esta ejercía  en otros ministerios parroquiales, y he de quedar inteligenciados de esta provincia. Dicho doctor Chávez me dará correspondencia  noticia a continuación sin excusa ni pretexto alguno. Tinta, febrero 6 de 1781. Doña  Micaela Bastidas.
Acciones erróneas de Túpac Amaru al enviar apoyo al Alto Perú: Andrés Túpac Amaru, Miguel Bastidas, Pedro Vilcapaza, Mariano Tupac Amaru. Todos ellos participan en los preparativos del cerco a Sorata en Bolivia. Esto sucede a mediados del mes de febrero de 1781. Mientras tanto las huestes realistas de Lima están en camino para el apoyo a los criollos del Cusco.
En su carta de fines de febrero Micaela: “Hijo de mi corazón: repetidas órdenes se dieron para la bajada de la gente de estos pueblos a donde pasa Don Antonio con el orden de vuestra merced para que los traiga por delante…”. El 7 de marzo remite armas: “526 cartuchos de fusil, con balas; de cañón 30 cartuchos para lo mismo, y no va pólvora, porque en lo pronto no la hay sino del cañón; también lleva 6 pesos, 3 cestos de coca”.
La Bastidas también ordena el traslado de determinados eclesiásticos  de Cotabambas por motivos de seguridad personal de los clérigos. Es decir, el mando de la rebelión no sólo organiza la ofensiva de los soldados sino también la defensiva, el cuidado de la retaguardia. Micaela tiene a su control todos los detalles de la rebelión; Señor  don Pedro  Santisteban: Muy señor mío y mi dueño: en vista de la de usted debo decirle que lo que en día conviene es que usted y el otro eclesiástico, se vengan  aquí inmediatamente para redimirse de algún atropellamiento que puedan ejecutar los indios en su persona,  que me serian muy sensible como lo es que el (sinc) han sufrido de pronto. Quedo de usted y deseo que nuestro señor le guarde su vida muchos años. Tinta y marzo 24 de 781. Besa la mano de usted su afecta servidora Doña Micaela bastidas.

4. La derrota de la rebelión

Entre tanto, en el Cusco, las huestes realistas preparan la ofensiva al ejército de Micaela Bastidas y José Gabriel Inca. Previamente piden refuerzos a la capital virreinal, Lima, los cuales son escuchados de manera inmediata.
Al llegar de Lima refuerzos virreynales, el 24 de febrero, se plantea la ofensiva final del ejército realista al mando del mariscal José del Valle, el oidor Benito de la Mata Linares y, el visitador José Antonio Areche. Se planea 6 columnas y 2 destacamentos de ataque contra el ejército libertador de José Gabriel y Micaela. Las tropas realistas cuentan con un aproximado de 17,000 combatientes entre mestizos, criollos, negros e indios.
La ofensiva realista se inicia el 4 de marzo de 1781. La quinta, primera y segunda columna sale del Cusco simultáneamente en direcciones diversas. Entre el 10 y 11 de marzo avanzan la tercera, sexta y cuarta columna realista en distintas direcciones. Los 2 destacamentos fueron enviados a Urubamba, Catca y Lares, posibles zonas de fuga de los rebeldes. Todas estas columnas y destacamentos militares tienen el objetivo de golpear mortalmente en Tinta y cerrar cualquier paso de escape al ejército libertador de José Gabriel Inca y Micaela Bastidas.
Otras columnas combatientes de la resistencia patriótica sufren series derrotas en distintos lugares. Después de un cruento enfrentamiento, en la batalla de Itani en Chumbivilcas son ejecutados los colaboradores más cercanos de Micaela Bastidas: Parvina y Bermúdez, entre el 19 y 22 de marzo.
El 29 de marzo Antonio Bastidas acusa recibo de envíos por parte de Micaela. En la carta indica todas las avituallas que recepcionó el hermano de la líder y al mismo tiempo pide al inca mas abastecimiento de armas. Señora doña Micaela bastidas… Recibí seis  moldes  de quesos, el arroz azúcar  hierba  lo que quedo muy agradecido;  el pan no le despacho  por que no se  haya…Le pedirá  vuestra merced  del inca piedras  de  fusil  que nos falta muy  muchos. Y  adiós. Quiquijana y marzo 29 de 81. De vuestra merced  su hermano. Antonio.
La batalla donde fueron destruidos

Batalla de Salca, margen derecha del rio Vilcanota, cerca de Combapata. Túpac Amaru al mando de 10,000 combatientes. Se enfrenta al ejército realista, de las cuales el ejército patriota sale perseguido.
Batalla de Chinchina en Tinta, el 6 de abril fueron derrotados por parte del ejército realista comandados por el Mariscal José María del Valle. Luego de esta derrota, se inicia la persecución del alto mando de la rebelión
El 7 de abril, mientras huían por el camino de Livitaca Micaela Bastidas, sus hijos, Hipólito y Fernando y su hermano Antonio Bastidas fueron apresados producto de una traición de Ventura Landaeta, Fernando Gamarra y Francisco Santa Cruz entregándoles al Mariscal José del Valle en Tinta y, luego a José Antonio de Areche en Urcos, para finalmente ser trasladados al Cusco y pagar prisión.
El 13 de abril Diego Cristóbal realiza el intento de conseguir la libertad de José Gabriel Inca y Micaela Bastidas; para ello libró la batalla de Layo, siendo derrotado, viéndose obligado a huir al Collao junto a Mariano Túpac Amaru Bastidas (hijo de Micaela), Miguel Bastidas (hermano de Micaela) y Andrés Túpac Amaru estableciendo el cuartel general de rebelión y nueva capital del Tawantinsuyo en Azángaro. En esta región altiplánica junto a Pedro Vilcapaza colaboraron con la rebelión del alto Perú, es decir, apoyaron a Túpac Catari y Bartolina Sisa en La Paz Bolivia.
El 22 de abril se inició el juicio contra Micaela Bastidas ante el juez Benito de la Mata Linares, oidor de la Real Audiencia de Lima. La heroína evade respuestas comprometedoras para evitar inculpar a sus colaboradores.
Cuando se produce el careo con José Gabriel, no existen lamentos ni suplicas, porque alguna vez Micaela dijo “estoy muy pronta a morir donde muriese mi marido”.

El sacrificio
Luego del proceso, sentencian a Micaela Bastidas, por ser la principal colaboradora de José Gabriel, cuyo texto se lee:
“Condeno a Micaela Bastidas a la pena de muerte y la justicia que le mando hacer es que sea sacada de este cuartel, donde se halla presa, arrastrada con una soga de esparto al cuello, atados pies y manos, con voz de pregonero que publique su delito, será llevada al lugar del suplicio, se la sentará y ajustará el garrote, cortándosela allí la lengua, e inmediatamente se la hará morir con la horca, sin que de allí la quite, hasta que se mande, persona alguna. Y luego será descuartizado su cuerpo, llevando la cabeza al cerro de Piccho, que será fijada en una picota con un tarje en que se leerá su delito: un brazo a Tungasuca, otro a Arequipa, y una de las piernas a Carabaya conduciéndose lo restante del cuerpo al mismo cerro de Piccho, donde será quemado con el de su marido, en el brasero que estará allí, dando razón documentada, los respectivos Corregidores, de haberse efectuado y publicado esta sentencia. José Antonio de Areche, Cusco, 16 de mayo de 1781”.
El 18 de mayo, los rebeldes fueron ajusticiados públicamente para escarmiento de la masa indígena. A Hipólito (hijo de Micaela) se le arrancó la lengua y fue ahorcado y descuartizado. “Los presos conducidos al patíbulo gritaban cobardes. Por ello, Areche ordenó que a Micaela Bastidas y Tomasa Tito Condemayta, se les colocara como mordaza, un palo en la boca amarrado en la nuca”
De la misma forma Micaela Bastidas Puyucahua fue ejecutada. Eduardo Galeano recrea este momento: “Tirada de la cola de un caballo, entra Micaela en la Plaza Mayor del Cuzco... los caballos arrastran también, rumbo al cadalso, a Túpac Amaru y a Hipólito, el hijo de ambos. Otro hijo, Fernando, mira. El niño quiere volver la cabeza, pero los soldados le obligan a mirar. Fernando ve cómo el verdugo arranca la lengua de su hermano Hipólito y lo empuja desde la escalera de la horca. El verdugo cuelga también a dos de los tíos de Fernando y después al esclavo Antonio Oblitas, que había pintado el retrato de Túpac Amaru, y a golpes de hacha lo corta en pedazos; y Fernando ve. Con cadenas en las manos y grillos en los pies, entre dos soldados que le obligan a mirar, Fernando ve al verdugo aplicando garrote vil a Tomasa Condemaita, cacica de Acos…. Entonces sube al tablado Micaela Bastidas y Fernando ve menos. Se le nublan los ojos mientras el verdugo busca la lengua de Micaela, y una cortina de lágrimas tapa los ojos del niño cuando sientan a su madre para culminar el suplicio: el torno no consigue ahogar el fino cuello y es preciso que echándole lazos al pescuezo, tirando de una y otra parte y dándole patadas en el estómago y pechos, la acaban de matar”.
La cabeza de Hipólito Túpac Amaru Bastidas fue fijada en Tungasuca, sus brazos en Santo Tomás y Ayaviri, y sus piernas, en Azángaro y Quiquijana. La cabeza de Antonio Bastidas se fijó en Paucartambo, los brazos en Urcos y Pampamarca y, una pierna en Azángaro (Atilio Siviri).
A Fernando Túpac Amaru Bastidas de 12 años se le dio el castigo de presenciar el macabro sacrifico de sus padres y hermano. Al momento de descuartizar a Túpac Amaru, el hijo menor lanzó un grito desgarrador que protestó la multitud, Areche amenazó con realizar un baño de sangre. Luego, de este macabro sacrificio a Fernando se le confinó en la cárcel en Cusco hasta 1784.
Este es el sacrificio de Micaela Bastidas en la rebelión más importante de la historia del Perú, según Scarlet Ophelan “La gran rebelión fue el movimiento de masas sin precedentes que hubo en la América española… que tuvo en jaque a la corona, que acogió además, en términos geográficos un nervio económico de la corona española como era la zona minera del sur andino y el Cusco que era la capital del imperio de los incas”.
La rebelión de Túpac Amaru y Micaela Bastidas tuvo dos partes. La primera desde el inicio de la rebelión hasta el sacrificio de la pareja y el grupo mayor de colaboradores, es decir, hasta mayo de 1781. Luego viene la rebelión en el Alto Perú, precisamente inicia entre los meses de Abril y mayo de ese mismo año.
El hijo de la pareja rebelde, Mariano Túpac Amaru Bastidas, junto a Miguel Bastidas y Andrés Túpac Amaru, fueron apresados en Bolivia en 1781, luego de una exitosa colaboración con la rebelión de Túpac Catari, sobre todo en el cerco a Sorata.
Sin embargo, en esta segunda parte de la rebelión de Túpac Amaru II, los rebeldes peruanos tuvieron una serie de problemas de reconocimiento de la rebelión que encabezó José Gabriel. Luego de acalorados debates Diego Cristóbal Túpac Amaru fue reconocido como continuador de Túpac Amaru II por parte de los rebeldes Cataristas; Andrés Túpac Amaru fue llamado como el “Inca mozo”.
Apresados Andrés Túpac Amaru, Miguel Bastidas, y Mariano Túpac Amaru Bastidas en La Paz-Bolivia, fueron enviados a España por diferentes vías. Tuvieron que llegar a Lima a pie en completo deterioro de su salud. Luego partieron del Callao en diferentes embarcaciones. Muchos de ellos fallecieron en camino ya sea por hundimiento del barco o por enfermedades que contrajeron en el presidio o en el viaje.
El segundo hijo de Micaela, Mariano fue enviado a España el 14 de abril de 1784. En el trayecto, vía Brasil,  falleció en Río de Janeiro el 27 de julio del mismo año.
La suerte de Fernando Túpac Amaru Bastidas fue similar, luego de un naufragio llegó a pisar territorio portugués; fue hecho prisionero en España, después liberado, posteriormente estudió y, pidió una pensión a Clemente Carlos III, lo cual le fue otorgado, pero el poco tiempo de vida, el 18 de agosto de 1798 falleció.

____________________________Conclusión____________________________
Primero. Micaela Bastidas junto a José Gabriel Inca, hizo una singular familia en la historia peruana. Sus hijos, hermanos y familiares participaron de la rebelión de 1780 y sacrificaron sus vidas en aras de la libertad del pueblo colonizado.
Segundo.  Micaela Bastidas Puyucahua participó en la rebelión de 1780 como una conductora política-militar, que organizó el ejército libertador y decidió la ofensiva inmediata al Cusco después de la batalla de Sangarará.
Tercero.   Durante la resistencia político-militar del ejército libertador de enero a abril de 1781, Micaela Bastidas Puyucahua fue una protagonista principal. Lo tuvo bajo su control todos los detalles de la defensa: avituallas, pertrechos, personal civil y militar, espionaje, etc.
Cuarto.   En el proceso judicial que se le hizo a Micaela, ella mantenía una conducta inquebrantable hasta el último momento de su vida. Esta conducta es digna de una personalidad histórica que cumple la responsabilidad de conducir a las masas a buen recaudo y por tanto dar seguridad en sus acciones.
Quinto.    El 18 de mayo de 1781, Micaela Bastidas dio un ejemplo sobrehumano de sacrifico por la libertad de un pueblo. El mundo puede constatar en aquel acontecimiento la necesidad histórica de que los líderes tienen la misión de ofrendar su existencia en aras de las mayorías populares.

__________________________Recomendaciones________________________
Primero.  Implementar en la Universidad Nacional Micaela Bastidas el museo histórico en alusión a la heroína Micaela Bastidas Puyucahua para que los estudiantes y la población en general puedan constatar la trascendencia de nuestro personaje y adquirir un sentimiento de orgullo.
Segundo.  Adquirir bibliografía especializada y de primera fuente para profundizar los estudios en torno a la vida y acción de Micaela Bastidas Puyucahua. Puesto que sin bibliografía especializada no es posible realizar estudios del pasado.
Tercero.  Fomentar la divulgación de la vida de Micaela Bastidas: lugar de nacimiento, la familia que hizo, los hijos que tuvo, los familiares que colaboraron con ella.
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____________________________Bibliografía___________________________

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[1]  Fernando Savater, Política para amador, Barcelona, Ediciones Ariel, 2004. p.
[2]  Antonio Gramsci, Pequeña antología política, Barcelona, editorial Fontanela, 1974. p. 25.
[3]  Luís Guillermo Lumbreras, La evolución del poder en los en Andes; en “El Perú en los Albores del siglo XXI-4”, Tudela, Matos Mar y otros, Lima, Fondo editorial del Congreso del Perú, 2000  p. 81.
[4]  Juan Reinoso Díaz, El líder carismático y el hombre masificado, Arequipa, Ediciones UNSA, 2000. p. 86-87.
[5]  Konstantinov, fundamentos de filosofía marxista, México, Editorial Grijalbo, 1965  p. 626.
[6]   Carl Von Clausewitz; Arte y ciencia de la guerra; México, Editorial Grijalbo, 1970. P. 7
[7] Clausewitz, Carl Von. De la Guerra I, Lima, ediciones biblioteca del oficial, E: P. 19  p. 81.
[8] Alberto Flores Galindo; Túpac Amaru y las contradicciones de 1780. Lima, editorial retablo de papel, 1980.
[9] Melchor de Paz; Dialogo sobre los sucesos varios acaecidos en este Reyno del Perú, los cuales pueden servir de instrucción y de entretenimiento al curioso lector, año 1786. En, Luis Antonio Eguiguren; Guerra separatista, rebeliones de indios en Sur América, La sublevación de Túpac Amaru; Lima, 1952.
[10] Cronología de la rebelión de Túpac Amaru, en Alejandro Seraylan Leiva, Historia General del ejército peruano Tomo III, Volumen II: el ejército durante la dominación española del Perú. Ministerio de Guerra, comisión permanente de historia del ejercito peruano Lima, 1981.  P.683-689.

1 comentario:

  1. leí en algun momento que uno de las personas que enjuicia a Micaela Bastidas, eras un Núñez de la Torre ?

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