lunes, 5 de noviembre de 2012



El liderazgo político de Micaela Bastidas Puyucahua
Alfredo SUMI ARAPA
EAP de Ciencia Política  y Gobernabilidad UNAMBA
Email: avelinos24@hotmail.com

__________________________Resumen _______________________________
Este trabajo se llevó a cabo con el fin de subsanar un vacío en el conocimiento sobre el verdadero accionar de la heroína Micaela Bastidas Puyucahua. Se trata de conocer la rebelión de 1780, la tarea político-militar que cumplió Micaela Bastidas en ese proceso y la estrategia para liberar el Cusco.
En ese sentido en este trabajo se describe el lugar de nacimiento, la ejemplar familia que hizo y la rebelión de 1780; se presenta a Micaela como una genial conductora político-militar, porque en el proceso de ofensiva al Cusco traza una estrategia de ataque inminente, en el proceso de resistencia contra los realistas del Cusco. Micaela audazmente traza las directivas que son ejecutadas inmediatamente por sus lugartenientes y combatientes.
Durante el juicio que se le hace a la rebelde, se hace responsable de los principales actos que ella ejecutó pero nunca traicionó a sus colaboradores. Con firmeza y valentía resistió hasta el último día de su vida en que dramáticamente es ejecutada en la plaza Huaccaypata del Cusco.

_______________________ Palabras claves ____________________________
Micaela Bastidas – Liderazgo – estrategia política – rebelión 1780 


_________________________Introducción_____________________________
En los sucesos políticos y bélicos la participación de las mujeres es poco reconocido porque hay el prejuicio de que ellas no pueden actuar de la misma forma como lo hace un varón. En ese sentido, la historia que se sabe sobre Micaela Bastidas es que fue una colaboradora de Túpac Amaru. Las historias, crónicas, relatos sobre la rebelión de 1780 no señalan cuál fue la real labor de Micaela Bastidas. Igualmente los biógrafos, exegetas de Micaela Bastidas, en el mejor de los casos han señalado que es la heroína más grande de América; sin embargo, no explican por qué.
Este trabajo de investigación más bien presenta una descripción distinta a lo que usualmente presentan los historiadores sobre Micaela Bastidas. Se ausculta el proceso político y militar de la rebelión de 1780 entre los meses de Noviembre de 1780 a mayo de 1781. Ese estudio arroja como resultado que Micaela Bastidas fue una dirigente política y conductora militar.
Antes de presentar el proceso político-militar de 1780, se afirma el lugar de nacimiento de la heroína en Abancay, pero existe una fuerte discusión sobre este tema porque no existen muchos indicios documentales, pero tampoco hay indicios de lo contrario a esta afirmación. Luego se presenta la familia que formó junto a José Gabriel Inca, los hijos que tuvieron, la formación que tuvieron sus vástagos, los lugares en donde vivieron.
El tema central de este estudio radica en la descripción del proceso político-militar en sí. En el inicio de la rebelión en Tinta-Cusco José Gabriel y Micaela hasta la batalla de Sangarará participaron en forma conjunta; luego, a fines de noviembre y las tres primeras semanas de diciembre José Gabriel se ausenta de Tinta para viajar hacia Yauri-Espinar para después internarse a coordinar con otros dirigentes en el altiplano peruano. En ese lapso de tiempo Micaela, en forma absoluta asumió la conducción del proceso político-militar de la rebelión de 1780.
Los primeros días de enero de 1781, José Gabriel y Micaela se proponen la ofensiva hacia el Cusco, pero todo sería en vano, porque José Gabriel no manda abrir fuego sobre la guarnición realista, de lo contrario Mateo Pumacahua cerca al ejercito patrio, y el 10 de enero en una audaz acción inician una retirada hacia Tinta, para armar la resistencia durante más de tres meses, es decir, hasta el 6 de abril, día en que son apresados en Langui-Sicuani.
A partir del 7 de abril, hasta el 18 de mayo, la pareja rebelde sufrió la mayor de las torturas que seres humanos pueden pasar. En ese proceso nunca traicionaron a sus colaboradores, resistieron hasta la muerte, que ocurrió con un sacrificio el 18 de mayo de 1780.
El proceso político-militar no terminó el 18 de mayo, sino más bien continuó en otro espacio geográfico, en el altiplano peruano y boliviano. Dirigentes y estrategas como Diego Cristóbal Túpac Amaru, Andrés Túpac Amaru, Mariano Túpac Amaru Bastidas (hijo), Miguel Bastidas (hermano). Todos ellos procedentes del Cusco se dirigieron hacia el altiplano para poder reforzar y continuar la gesta libertaria que había iniciado Micaela Bastidas y José Gabriel Inca en el Cusco. En ambos lados del altiplano estuvieron Pedro Vilcapaza (Azángaro), Túpac Catari y Bartolina Sisa (La Paz-Bolivia) y muchos otros dirigentes como Dámaso Catari, Nicolás Catari, Tomas Catari (Chayanta-Bolivia).

Antecedentes
Sobre Micaela Bastidas se ha publicado muy poco en nuestro medio, es decir, en nuestra región de Apurímac. El más logrado trabajo es de Rubén Chauca Arriarán “Micaela Bastidas”. Otros trabajos dedican a Micaela Bastidas un capítulo de su estudio, pero a manera descriptiva. También existen trabajos literarios en el sentido de biografías noveladas, tal el caso de Alfonsina Barrionuevo: “Habla Micaela Bastidas”; obras poéticas como la de Magda Portal, Alejandro Romualdo; obras teatrales como las del grupo Maguey. Todos estos trabajos no contienen el rigor objetivo necesario de análisis e interpretación de la vida de Micaela.
La biografía que relata Chauca Arriarán describe el contexto político de la época, la trascendencia de Micaela Bastidas frente a otras mujeres del mundo; el matrimonio y suplicio junto a Túpac Amaru. Este libro ha de servirnos como base para ubicarnos biográficamente en torno a la heroína.
Sin embargo, no existen investigaciones dedicadas al estudio de la actuación político-militar de Micaela Bastidas. En cambio, existe buena cantidad de estudios referidos al desenvolvimiento político-militar de Tupac Amaru, el cual nos servirá para desglosar las acciones que realizó José Gabriel junto a Micaela.




Concepción Política
La Política
Como animales políticos, nosotros los humanos, somos seres transformadores, creadores, imitadores e interesados. Como tal siempre acataremos algunas ordenanzas y a veces desacataremos tales ordenanzas y más bien nos rebelaremos.
No solo repetimos los gestos de los demás y obedecemos las normas de nuestro grupo sino que llegado el caso desobedecemos, nos rebelamos, violamos las rutinas y las normas establecidas. Por eso, nuestra forma de vivir en sociedad no solo es obedecer y repetir sino inventar y rebelarse.
En todas las sociedades humanas se dan razones para la obediencia y razones para la rebeldía. Y la política no es otra cosa que el conjunto de las razones para obedecer y el conjunto de razones para rebelarse.[1]
En este mismo sentido se dice que, como existen razones para obedecer y rebelarse, la política es la existencia de dirigentes y dirigidos, gobernantes y gobernados[2]. Los dirigidos o los gobernados son los que obedecen y rebelan, y los dirigentes o los gobernantes son los que conducen y mandan, emiten las normas y los planes para ser acatados por los dirigidos.

El Poder
Los jefes y las personas revestidas de mando han disfrutado siempre de un halo especial de respeto y veneración como si no fueran seres humanos como los demás. Este respeto se refiere precisamente al poder que tienen los gobernantes o dirigentes.
El poder es la posibilidad de decidir e imponer frente a otros quienes deben cumplir la orden emanada de quienes mandan con la finalidad de conseguir algún interés o beneficio para quien decide o para todos.
El poder es el control del medio, es decir, tener a disposición todos los instrumentos necesarios para acometer eficazmente una determinada acción.
Luís Guillermo Lumbreras sostiene que el poder “Define… la forma que asumen las relaciones entre personas en la determinación y ejercicio de sus derechos de propiedad o posesión, o, lo que es lo mismo, de los derechos individuales o colectivos a la disponibilidad, uso y disfrute de los bienes que son producto de la actividad sociales[3]. Es decir, la concepción del poder tiene que ver con áreas como la política y la economía

Liderazgo o  Personalidad
El sociólogo Juan Reinoso Díaz ha realizado una dura crítica al papel del líder en los procesos históricos como fuerza determinante de progreso y, el papel pasivo de las masas en la historia. El surgimiento de un líder al margen de las mayorías organizadas es un signo de que esa sociedad está en franca decadencia y, muestra la ilusión de las mayorías de que un líder carismático sea el salvador de dicha sociedad.
“El líder carismático es la demostración más nítida, tanto de las estructuras individualizadas subjetivistas de la sociedad, como de los malogrados contenidos objetivistas de las masas. Es por tanto, la expresión real y concreta de un específico y único individualismo enajenado y la manifestación de un colectivo amorfo, que padece de un perturbado objetivismo…esconde su verdadera esencia clasista desenvolviendo una conducta de mando de orden personalista de tipo autoritario y extremadamente inflexible, que le permite forjar la ficción de estar por encima de los intereses clasistas”[4]
Alguna tendencia ideológica es la que pone en relieve el papel directriz del líder carismático en los procesos históricos haciendo entender a las mayorías democráticas de que se puede salir adelante en una crisis social en forma individual apelando a ser líder
Las masas hacen la historia, sostiene el materialismo filosófico. Sin embargo, el reconocimiento de que las masas son el elemento fundamental en los procesos históricos no significa desconocer el papel descollante de las personalidades o líderes políticos. Más aun, cuanto más activamente participen las masas en los procesos, estas mayorías democráticas requieren una dirección política sistemática, necesitan una jefatura que los conduzca hacia el avance histórico.
Sin una visión estratégica, las mayorías democráticas se demoran en reconocer el camino que han de marchar. Mientras tanto, “Grandes personalidades históricas son aquellas que comprenden antes, con más lucidez y más profundidad, una situación histórica y las necesidades del desarrollo social y, a su vez, las que se ponen al frente del movimiento de las masas”[5]. Los líderes son la vanguardia de los movimientos sociales y como tales encabezan a sus seguidores.
El líder es aquel que por la fuerza de sus ideas, talento, carácter, voluntad está en la posibilidad de inspirar, influir, incitar y dirigir a las mayorías hacia el logro de sus objetivos históricos. De esa posibilidad política los líderes es que son merecedores de respeto, confianza y cooperación.

Concepción Militar
La Guerra
Los estrategas o filósofos de la guerra consideran la guerra como continuación de la política por otros medios. “La guerra no es simplemente un acto político sino un verdadero instrumento político, una continuación de las relaciones políticas, una gestión de las mismas con otros medios”; así lo establece Clausewitz.
De manera que el estallido de una rebelión surge cuando las negociaciones políticas fracasan, cuando políticamente los adversarios no se entienden, de manera tal que se inicia un periodo de beligerancia.
Entonces ¿qué es la guerra? El escritor militar y estratega Carl Von Clausewitz considera que “la guerra no es otra cosa que un combate singular amplificado. Dos luchadores: cada uno pretende, por medio de la fuerza física, someter al otro al cumplimiento de su voluntad; su fin inmediato es derribarlo e incapacitarlo `para ulterior resistencia” [6].
Entonces la guerra es pues un acto de fuerza para obligar al contrario al cumplimiento de nuestra voluntad. La energía física es el medio; someter al enemigo a nuestra voluntad es el fin político.
Para conseguir este fin se tiene que dejar indefenso al enemigo, y este es el fin propio de la acción guerrera. Este fin representa al fin político y lo sustituye en cierto modo como algo no perteneciente a la guerra misma.

Medios y Fines
Siguiendo a Clausewitz, se puede sostener que en toda guerra están presentes las batallas aisladas y la campaña en general. “De aquí se deduce la existencia de dos acciones completamente distintas: la disposición y la conducción de estos combates y combinarlos entre sí para el fin de la guerra. La primera constituye la táctica, a la segunda la llamamos estrategia”.
La victoria táctica es sólo un medio que emplea la estrategia para conseguir el fin político de la guerra.
La táctica por su naturaleza buscará siempre la victoria, mientras que la estrategia sólo la perseguirá en ocasiones y lugares donde contribuya a lograr el fin político de la guerra. Una estrategia de victoria puede que pierda todos los combates a nivel táctico, pero a veces solo basta un triunfo táctico para alzarse con la victoria estratégica.

Nivel
Medio
Fin
TÁCTICO
Combate
Victoria
ESTRATÉGICO
Resultado de los combates
Fin político de la guerra
El Genio Militar

La común apreciación de la personalidad de un militar es que debe ser fuerte, rudo, decidido, etc. Sin embargo, esta interpretación es unilateral, porque en el campo de batalla, o en la dirección de la guerra no sólo se requiere fortaleza física, sino otros factores intelectuales.
El militar eficaz que se encuentra en actividad posee dos cualidades inherentes a su oficio: entendimiento y decisión, es decir, inteligencia y, luego resolución. “Cada actividad especial necesita, si se ha de desarrollar con cierta virtuosidad, especial disposición de la inteligencia y del ánimo. Donde se manifiesta excepcional en alto grado y por extraordinarias producciones, el espíritu a que pertenece se distingue con el nombre de genio”[7]


No hay comentarios:

Publicar un comentario